Traducción al Español por Marlon Retana


Quienes estamos involucrados en Esparcidos, ciertamente estamos esparcidos por todo el mundo, y sin embargo, estamos unidos en nuestra esperanza. ¿Cuál es esta esperanza?

“Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán … Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? …”

Job 14:7, 14.

Tal vez hayas visto un árbol que fue talado, y su tronco quedó en el suelo. A veces, pequeños brotes aparecen en él, lo que significa que el árbol está creciendo una vez más. ¡Allí hay vida! Pero ¿qué hay de una persona? ¿Hay alguna esperanza de vida una vez que una persona muere y es sepultada? Después de la muerte, la esperanza de vida es la base de la expectativa del Cristianismo, y esta esperanza sólo se encuentra en Jesucristo.

Los Testigos Oculares de Cristo Resucitado (1 Corintios 15:1-11)

Según las Escrituras, el Evangelio (o las buenas nuevas) es la afirmación de que Jesucristo murió por nuestro pecado, fue sepultado y resucitó el tercer día. Su resurrección fue presenciada por los apóstoles, por más de 500 personas a la vez, por Santiago, y finalmente, por Pablo. No se trata de afirmaciones infundadas. Estos son testimonios fiables y presenciales de más de 500 testigos. Jesús no resucitó de entre los muertos y luego se desvaneció. Proporcionó pruebas sólidas de que había sido resucitado de entre los muertos (Juan 20:20-29).

No Hay Esperanza Si Cristo No Ha Resucitado (1 Corintios 15:12-19)

El apóstol Pablo tenía claro que si Cristo no ha resucitado de entre los muertos, entonces la fe es vacía de todo significado. ¡Vivir la vida cristiana no tiene sentido si no hay resurrección de los muertos! Si Jesús no ha resucitado, entonces todos los Cristianos siguen perdidos irremediablemente en el pecado. Sin la resurrección de los muertos, no hay esperanza. La resurrección de Cristo de entre los muertos es verdaderamente el fundamento del Cristianismo. Si esta afirmación es verdadera (y lo es), entonces el resto de las afirmaciones de la Biblia también son ciertas.

Esperanza Encontrada En Cristo (1 Corintios 15:20-28)

Afortunadamente, Cristo ha resucitado de entre los muertos, y por Él también tenemos esperanza de ser resucitados. Sin embargo, esta esperanza sólo se encuentra en Cristo. La vida sólo es ofrecida en Él. Al final, Él entregará al Padre a los que han sido hechos vivos en Él, y luego destruirá al enemigo final: la muerte. Anteriormente he escuchado esto: “La muerte no es un amigo para ser abrazado, sino un enemigo que debe ser conquistado.” Quienes están en Cristo finalmente escaparán de la fría y asesina garra de la muerte, nuestra enemiga común. Tenemos esta expectativa segura porque Jesús ha ganado la victoria sobre la muerte (1 Corintios 15:57).

Victoria Sobre La Muerte Encontrada En Cristo (15:50-57)

Quienes están en Cristo podrán burlarse de la muerte después de que nuestros cuerpos corrompibles hayan sido transformados en cuerpos incorruptibles (1 Corintios 15:50-54).

“¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”

1 Corintios 15:55.

¿Deseas regocijarte en el Victorioso cuando todo esto acabe, y así burlarte de la muerte, su enemigo derrotado? Entonces debes estar en Cristo, porque es en Él donde se encuentra la vida. Entramos en Cristo sumergiéndonos en Él (Gálatas 3:27). Al arrepentirnos de nuestros pecados y ser inmersos en Cristo para el perdón de nuestros pecados, nos ponemos en contacto con Su sangre, la cual nos justifica y limpia (Hechos 2:38; Romanos 5:6-11; Hechos 22:16; Apocalipsis 1:5).

“Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” En Cristo, gritamos victoriosamente: “¡Sí!”