Traducción al Español por Marlon Retana
Uno de los mayores beneficios de ser hijos de Dios es la oportunidad de estudiar la Palabra de Dios. La Palabra de Dios nos da vida (Salmo 119), esperanza (Romanos 15:4), y nos hace “sabios para la salvación” (2 Timoteo 3:15). Quienes dan forma a sus vidas basándose en la Palabra de Dios son inmediatamente más fuertes y están mejor equipados para lidiar con las presiones de este mundo. La Biblia nos anima a ser más como Dios y menos como el mundo. La Palabra de Dios exige que dejemos ir nuestra “autodependencia” y permitamos que Dios sea nuestra ancla (Hebreos 6:19). Cada persona tiene la responsabilidad personal de estudiar la Palabra de Dios. No podemos conocer Su voluntad para nuestras vidas si no conocemos Su Palabra. El estudio de la Biblia no es sólo algo que hacemos, sino más bien parte de lo que somos. Debemos convertirnos en “Biblias andantes”, y la manera de hacerlo es estudiando la Palabra de Dios.
En el mundo de hoy, hay mucha confusión religiosa. Muchos han adoptado la frase: “Está bien ir a la iglesia de tu elección”. Sin embargo, Pablo dijo a la iglesia en Éfeso:
“un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo”
Efesios 4:4-5
Cuando estudiamos adecuadamente la Biblia, podemos llegar a la conclusión de que sólo hay una iglesia. Estar unidos en el estudio nos ayuda a llevar el mensaje de nuestro Señor. ¿Por qué necesitamos más iglesias cuando el Señor tiene suficiente espacio para que todos pertenezcan a una? Pablo también dijo que “Dios no es Dios de confusión” (1 Corintios 14:33).
Una de las cosas más importantes a considerar al estudiar la Biblia es el contexto. Un versículo nunca puede significar lo que nunca tuvo la intención de decir. La hermenéutica (la ciencia de la interpretación) nos obliga a hacernos las preguntas necesarias. Con estas herramientas, podemos llegar a la misma conclusión que el autor. El apóstol Pablo diría a los hermanos en Éfeso, “leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo” (Efesios 3:4). La Biblia es un libro que todos podemos entender. Muchos en el mundo religioso piensan de manera diferente, pero ¿por qué Dios nos daría un libro que no podríamos entender? La Biblia es el único libro que nos da una razón para vivir, y el único libro que nos da la verdadera esperanza de vida después de la muerte.
Cuando estamos unidos en estudio, entendemos la Biblia de la manera que Dios quiso que lo hiciéramos. Jesús enseñó a los apóstoles todo lo que ellos necesitan para evangelizar el mundo, y la doctrina que los apóstoles enseñaron es la que vivimos (Hechos 2:42). Esta doctrina nos salva, nos sostiene, pero lo más importante, nos da forma. El Evangelio de Jesucristo puede salvar almas y llevarlas al punto de la justificación. La doctrina es nuestro estándar para vivir las enseñanzas de nuestro Señor. Lucas diría sobre los de Berea:
“Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”
Hechos 17:11
Estar unidos en estudio nos da la oportunidad de ser más como nuestro Señor. Seamos diligentes en nuestros estudios y unidos en nuestro enfoque.
